sábado, 31 de julio de 2010

Del Perdón, a nuestra justicia

He tratado de hablar con mi padre, quería hacer un par de preguntas acerca de su periodo como preso político. El ocupa el término de prisionero de conciencia. Desafortunadamente no me llamo esta semana, pero intentare recordar lo que él sentía en esos momentos, según sus relatos.

Me conto a lo que fue sometido, y es horrible, me conto como lo privaron de su libertad y de su derecho a defender lo que siente, pero siempre me hablo con clemencia de quienes le hacían daño. ¿Qué te hace pedir por el que daña?

No sólo mi papá me hablo de esto, también mi abuelo, que paso por lo mismo… ellos me hablaban defender el amor, defender la oportunidad. Cada vez que me he visto en la posición de juez, o mejor dicho en el lugar del que tiene que perdonar, lo hago, porque veo en ese acto no un acto de soberbia, veo un acto de amor, no olvido, perdono porque acepto nuestra condición de susceptibles frente al medio. El odio y el desprecio por la vida humana, no es propio, por eso debemos ser capaces de infundir en quienes se han alejado de ese camino el amor por el que prójimo, la responsabilidad por el prójimo.

La propuesta de indulto de la Iglesia, no era más que una oportunidad que teníamos como país para crecer, para salir de esta mecánica de odio y de verdades mal interpretadas. Sí necesitamos justicia, necesitamos la verdad, pero nos urge el amor. Compatriotas, no podemos confundir la justicia con venganza, me he visto de rodillas pidiendo, suplicando una oportunidad en la vida, en cualquier contexto… y he visto como existen quienes disfrutan viendo como alguien es castigado. No hablo de impunidad, hablo de justicia.

Mi papá me conto que más de una vez le pidió a quien lo torturaba que parara, en nombre de lo más sagrado y más querido, que por favor se detuviera. Dijo que jamás lo hizo, nunca se detuvo. ¿Cómo concilias el dolor después de eso? Su respuesta esa tarde en Arica fue concreta, “nunca haré sufrir a nadie de esa manera” su manera de estar tranquilo, es vivir cada día dándole amor a quienes no saben aun cuan necesario es en sus vidas.

Ojala, no sólo a nivel de país, sino que también el personal, seamos capaces de perdonar, de dar oportunidades, de creer en las personas. Y aun cuando, algunas personas no muestren nada que los haga dignos de nuestros gestos… seamos nosotros y nosotras… merecedores de nuestra alma.

Un beso, que la paz sea con ustedes.

sábado, 17 de julio de 2010

Indicadores Quimicos

Hemos sentido las cosas como son, he notado los mensajes que entregabas esos días que paréntesis, estabas partiendo y estabas despidiéndote, intentando encontrar el calor que te hiciera permanecer aquí, a mi lado… pero no lo encontraste, no es que mi amor se enfriara, sencillamente cambiaron las cosas.

Cuando intentamos la reconquista cometemos el error de retroceder, y caminar hacia atrás sólo le sirve a Michael, el resto de los terrícolas debemos avanzar. Entonces, ¿termino todo? Aquí llego el momento de ser serio.

No creo en la destrucción, creo en el cambio, la transformación… y como lo que se sentía en un minuto se convirtió de amor a decepción, de alegría a dolor, de pena a tranquilidad. No es difícil después de pasar meses llorando y tratando de no perder estrella fugaz en el cielo notar la realidad, lo que decíamos que era fue, lo que decimos que es esta, lo que dijimos que sería no sabemos. El tiempo es dinámico, constante en sus transformación y por ende impredecible, no es destino, no es casualidad… sencillamente es incierto. Lo que nos sucede mañana no lo sabremos hasta mañana, y he aquí la verdad de la conservación, que contradice a lo que enseñan los budistas! La no permanencia. No es que las cosas no nos pertenezcan o no permanezcan en nosotros, las cosas así como la masa y la energía… se transforman, llegan a ser cosas superiores llenas de colores, precipitados, temperatura o sencillamente carentes de demostraciones físicas. Finalmente, llego a mí la fenolftaleína.

Y mis dudas, mis defectos. Por qué no me crece la barba, por qué se me cae el pelo, por qué no puedo sencillamente terminar la carrera… por qué cuando cierro los ojos sigo viendo. Eso, eso que describo es lo que soy, es lo que tengo… lo que llevo. Y eso es importante, lo que cargamos, lo que somos es lo que nos lleva a la felicidad, no hay respuesta a nuestra pregunta existencial sea cual sea… sólo existe hermanos y hermanas mías la mejor de las cosas que más amo en la vida… la experimentación! Y nacemos para experimentar, nacemos experimentando el amor, el dolor, la pena y la alegría! Porque nos corresponde como personas, como seres con alma! Y nadie podrá un día decirnos, cuando termino nuestro proceso investigativo. Estoy vivo, vivo y corriendo por un camino, en el que he tenido muchas paradas, y afortunadamente, aunque suene extraño… aun no veo la meta. Nada termina sencillamente porque así se siente, las cosas cambian, todo cambia! Y eso que dejamos atrás, no lo volveremos a ver, pero nada te impide, volver a vivirlo.

Alejandro